Monday, December 24, 2007

Ella era diferente...


Ella era diferente en muchos sentidos…
Pero tenía que hacer lo normal…
Salir con amigos, hacer shopping, ir al colegio, hacer tarea…
Jugar a ser igual…

Ella salvaba el mundo o al menos su mundo, pero aún así nadie la notaba, o al menos eso era lo que ella creía…

Se sentía sola en un mundo lleno de la misma gente, de los mismos juegos, de las mismas verdades, de las mismas mentiras, ella estaba atrapada en el día a día de su misma vida…
Y sin embargo ella era diferente en muchos sentidos…

Un día caminando por el mismo camino, por los mismos rincones de la vida que recorría a diario encontró dos piedras totalmente distintas a las demás.

Eran diferentes y sin embargo estaban condenadas a vivir la misma vida que vivían las demás.
Las recogió y las guardó para siempre ahí donde dicen nace el alma.

Seguía yendo al mismo colegio viviendo lo mismo a diario.

La rutina…

Ni Iroshima o Nagasaki sufrieron tanto como sufre una persona consumida por la rutina…

Caminar…

Ese era el único momento del día en el que podía pensar en todo eso que la hacía diferente.

Ella estaba consiente de ello.

Estaba consiente de la rutina, de lo cotidiano y sin embargo estaba consiente que era diferente en muchos sentidos…